Las Várices, origen y tratamiento mediante la escleroterapia

Con información del Dr. Fernando Vega Rasgado

¿Por qué las personas tienen várices? La primera respuesta es porque hay una predisposición genética, actualmente, pese a los estudios realizados del genoma en que se ha localizado el gen de predisposición a las várices, aún no se ha podido aislar por completo, sin embargo ya se sabe que existen alteraciones en las colágenas. Esta alteración genética produce una debilidad en la estructura terciaria y cuaternaria de las proteínas que constituyen la pared interna de la vena; esta debilidad estructurada va a ocasionar que, a la larga, la válvula que tiene la vena no sea capaz de soportar la presión superior y la sangre, al contrario de ir hacia el corazón, regrese.

Esto, a través del tiempo resulta en hipertensión venosa o aumento de la presión venosa distal y, así como la hipertensión arterial sistémica es una patología importante la hipertensión venosa también lo es pese a lo poco que se habla de ella. La hipertensión venosa distal, al cabo de unos años va a ocasionar una serie de problemas como son un edema intersticial, reflejado en la hinchazón del tobillo del paciente. Después este edema va a obstruir paulatinamente la microcirculación y va a ocasionar una trombosis a nivel capilar, esto afecta directamente a la forma en que se realiza la oxigenación y la hematosis entre la piel, los tejidos circundantes y la vena ocasionando una hipoxia en el tejido.

La hipoxia generada va a dar a la piel la coloración ocre y negra hasta que se hace una úlcera que es la consecuencia de la hipodermitis.

El proceso antes descrito se desarrolla a lo largo de 10 ó 15 años.

Venas Comunicantes

Estas son las venas que comunican los sistemas venosos profundos con los sistemas superficiales, estas a su vez pueden ser perforantes directas -que comunican directamente una vena superficial con una vena del sistema profundo – o indirectas -que comunican una vena superficial con una vena muscular y ésta, a su vez, se comunica con una vena del sistema profundo colector-.

En cuanto a su ubicación, las venas perforantes pueden ser estudiadas en dos grupos: 1) perforantes de la pierna y 2) perforantes del muslo.

Perforantes de la pierna:

Perforantes de Cockett. 
Son las ubicadas en el tercio distal de la pierna y comunican a las venas tibiales posteriores con el arco posterior.

Existen en la literatura unas distancias aproximadas en centímetros, encima del maléolo interno, en las cuales se puede ubicar cada grupo, pero realmente esta distancia es muy variable debido a diversos factores como la estatura del paciente, la longitud de la extremidad, etc. que hacen muy difícil clasificar a qué grupo pertenece cada perforante y no es práctico desde el punto de vista clínico. En la práctica únicamente se indica a la distancia en que la perforante fue localizada con respecto al maléolo interno, si bien en la descripción de Cockett esta distancia se medía hasta la planta del pie. Las más importantes son:

Perforante de Boyd: 
Es la perforante más proximalmente ubicada en la pierna, a la altura de la cabeza de la tibia, pegada al canto interno de la misma y comunicando la vena tibial posterior con alguna vena tributaria (arco anterior generalmente) y rara vez directamente con la Safena interna.

Perforante de Sherman:
Está ubicada en el tercio medio de la pierna y comunican a la vena tibial posterior con el arco venoso anterior o alguna de sus tributarias.En raras ocasiones se comunica directamente con la Safena Interna.

Perforante de May: 
Ubicada en la cara posterior en toda la convexidad de la pantorrilla y algo interna a la línea media, comunica a las venas gemelares con el arco venoso posterior en forma directa o a través de alguna tributaria que, a su vez, tiene comunicación con la vena Safena Externa, lo cual explica la insuficiencia distal de la Safena Externa cuando dicha perforante es incompetente.

Venas perforantes laterales: 
Ubicadas en la cara externa de la pierna y principalmente en el tercio distal, aunque pueden encontrarse a lo largo de toda la pierna y comunican a las venas peroneas con venas reticulares tributarias del arco venoso anterior.

Vena perforante de Kuster: 
Descripta por Kuster, ubicadas debajo del maléolo interno y externo, pero no tiene importancia desde el punto de vista quirúrgico y tiene igualmente, un flujo de superficial a profundo y viceversa.

Perforantes del muslo:

Perforante de Hach: 
Ubicada en la cara posterior del muslo, algo distal al pliegue glúteo inferior y lateral a la línea media, une a la vena femoral profunda con venas reticulares de la cara posterior del muslo (estas venas reticulares tienen comunicación con la rama lateral de la vena anterolateral del muslo y con la vena Safena externa).

Perforante de Dodd: 
Ubicada en la unión del tercio proximal y medio del muslo medial al borde interno del músculo sartorio y lateral al músculo vasto interno, une a la vena femoral superficial (femoral) con venas reticulares tributarias de la Safena Interna, la más frecuente es la Safena Accesoria posterior.

Perforante de Hunter:
Considerada por algunos autores como un tipo de perforante de Dodd, ubicada en el tercio distal del muslo, en un sitio variable, inclusive en algunas ocasiones muy cerca de la rótula. Comunica las mismas venas que la perforante de Dodd.

Perforante del Hueco poplíteo: 
Es la perforante más distal del muslo, ubicada en la cara posterior, muy cerca de la unión safeno poplítea en la línea media de la extremidad, comunica a la vena poplítea con las venas reticulares ubicadas en el hueco poplíteo

Aumento de la Presión Venosa

Cuando una persona está acostada, su presión venosa distal es de 25 mm de mercurio, cuando la persona se sienta o se para, la presión comienza a aumentar gradualmente dependiendo el tiempo que permanezca en dicha posición, cuando permanece mucho tiempo de pie puede alcanzar los 90 ó 100 mm de mercurio de presión. Sin embargo, cuando camina esta presión disminuye rápidamente hasta la mitad o más.

Para que se presente una insuficiencia venosa crónica es porque existe una falla en la bomba muscular de la pantorrilla, por tanto la sangre no alcanza a llegar satisfactoriamente al corazón. Ahora, en pacientes obesos, esta condición influye en el aumento de la presión.

Tratamientos

Los tratamientos para este tipo de enfermedades han evolucionado en los últimos años. Estos se pueden clasificar en quirúrgicos y no quirúrgicos.

Tratamientos No Quirúrgicos

Dentro de los esta categoría se pueden señalar la fleboesclerosis, la terapia de compresión y el láser cosmético.

Como medida general se debe recomendar al paciente hacer ejercicio, pues de tal manera va a mantener la bomba muscular activa. Elevar las piernas, de ser posible en horas pico ya sea al medio día o en la tarde, pues con esta acción se regula la presión venosa y se evita el incremento mencionado con anterioridad. Evitar los esfuerzos, pues con esto se incrementa la presión intra-abdominal y esta se transmite a la vena cava y esta a su vez a todo el sistema venoso.

En relación a los medicamentos es importante mencionar que todos los hormonales provocan angiogénesis y por consecuencia várices. Los antiflebíticos, si bien no previenen la formación de las várices ni tienen una acción eficaz en la regulación de la presión y restauración de las válvulas venosas, si alivian las molestias generadas por las várices, por tal motivo se recomienda recetarlos a los pacientes por periodos cortos.

Esclerosis.

¿Cómo Funciona la Escleroterapia?

Durante la escleroterapia, se inyecta una solución química (conocida como agente esclerosante) en varios puntos a lo largo de las arañas vasculares y de las venas varicosas. La escleroterapia se realiza comúnmente con una solución salina concentrada, aunque también pueden utilizarse otras soluciones químicas o espumas especiales. El agente irrita la pared de las venas lo cual, combinado con la compresión después del tratamiento, hará que las paredes de la vena colapsen. Con el transcurso del tiempo, las venas serán absorbidas por el cuerpo, restaurando un aspecto más terso y jovial. Al igual que con otras terapias de remoción de venas, normalmente se necesitan varios tratamientos para alcanzar los resultados deseados; sin embargo, la escleroterapia puede reducir significativamente la apariencia de la mayoría de las arañas vasculares y de algunas venas varicosas pequeñas.

Preparación para el Procedimiento

Los tratamientos con escleroterapia son procedimientos ambulatorios simples y rápidos, y la mayoría demora entre 15 y 45 minutos. Debido a que el procedimiento es casi indoloro, el uso de anestesia no suele ser necesario. Antes de comenzar el procedimiento, se limpiará minuciosamente el área de tratamiento, generalmente utilizando un limpiador a base de alcohol.

Procedimiento de Escleroterapia

Durante el procedimiento se utilizará una aguja muy fina para inyectar el agente esclerosante, en intervalos de una pulgada (2.5 cm.), a lo largo de la araña vascular o de la vena varicosa. El agente esclerosante hace que el interior de la vena tratada se torne blanco por debajo de la superficie cutánea.

Una vez inyectado, el agente esclerosante actúa irritando la pared de la vena y esto hace que la vena se inflame. Esta inflamación o hinchazón, combinada con la terapia de compresión luego del procedimiento, hace que las paredes de la vena colapsen hacia el interior y se peguen entre sí, cerrando la vena por completo. Con el tiempo, la vena se transformará en tejido cicatricial y será absorbida por el cuerpo en el transcurso de las semanas posteriores al tratamiento. Las venas colapsadas no afectarán el sistema circulatorio, ya que el flujo sanguíneo será redireccionado por otras venas que funcionen normalmente.

Luego del Procedimiento

Después de las inyecciones, es importante que las venas permanezcan colapsadas. Por lo tanto, pueden aplicarse pedazos de algodón y un envoltorio de compresión en las áreas tratadas y es posible que deba usar medias de compresión para favorecer la cicatrización apropiada. Además de evitar que las venas tratadas vuelvan a abrirse luego del tratamiento, las medias de compresión ayudarán a evitar la formación de coágulos sanguíneos dentro de las venas colapsadas.

Recuperación de la Escleroterapia

Luego del procedimiento, es posible que experimente algunos hematomas y pigmentación color café alrededor de las áreas tratadas; no obstante, esta decoloración normalmente desaparece con el tiempo. Las venas tratadas comenzarán a desaparecer al cabo de pocas semanas, a medida que las venas se transformen en tejido cicatricial. Para realizar un tratamiento de venas completo, muy probablemente deberá someterse a varios tratamientos con una diferencia de tiempo de cuatro a seis semanas entre cada uno de ellos. Aunque la cantidad de tratamientos varía de persona en persona, la mayoría de las personas reciben aproximadamente de dos a cuatro tratamientos.

Resultados de la Escleroterapia

Los resultados de un procedimiento de escleroterapia pueden variar según el grosor y la extensión de las venas que requieren tratamiento. Es importante saber que es posible que la escleroterapia no elimine por completo las venas varicosas o arañas vasculares, y que tampoco evitará el desarrollo futuro de nuevas venas dilatadas. Es probable que experimente una mejora significativa en al menos la mitad de las venas tratadas, mientras que las restantes venas pueden mostrar una mejora parcial. Sin embargo, la escleroterapia puede reducir significativamente su aspecto general de manera segura y eficaz, otorgándole a la piel la apariencia tersa deseada.

Fuente: Macro Estética

 

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